Cuando se le pregunta a una mujer lo que más preocupa a lo largo de los años, probablemente ocho de cada diez dirán que sus preocupaciones están relacionadas a los cuidados de mantener la apariencia facial rejuvenecida y atractiva. Es imposible congelar el tiempo y evitar los múltiples signos del envejecimiento. Sin embargo, es posible mitigar o reducir los efectos de su paso. Tener un estilo de vida saludable, comer bien, hacer ejercicios físicos, hidratar y proteger la piel son maneras de retrasar el envejecimiento. Por otra parte, hoy en día están disponibles diversos procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos, que alivian los signos del tiempo, proporcionando resultados naturales y satisfactorios, que aumentan la autoestima de las mujeres. De acuerdo con una encuesta realizada por la Academia Americana de Cirugía Plástica y Estética (ASAPS), se llevaron a cabo en los Estados Unidos más de 10 millones de procedimientos estéticos quirúrgicos y no quirúrgicos en el 2012.
La mayoría de las personas sabe que la sangre contiene unas células llamadas plaquetas y que estas sirven para la coagulación de la sangre. Generalmente después de una lesión se produce sangrado, y pocos minutos después el sangrado cesa gracias al proceso llamado coagulación. Los investigadores se dieron cuenta que 7 a 10 minutos después de formar el coágulo, las plaquetas se revientan y liberan unos gránulos que a su vez contienen factores de crecimiento, que son información genética, que le da ordenes a los tejidos para que se regeneren. Aprovechando esta capacidad regenerativa del organismo, obtenemos las plaquetas de la sangre del propio paciente (autóloga), por centrifugación diferencial, logrando extraer un producto concentrado de plaquetas (600.000 a 1.500.000 x mm3), que se combina con otras sustancias para comenzar su activación. El Plasma Rico en Plaquetas al ser utilizado mediante Mesoterapia, en las zonas más flácidas del rostro, cuello y manos así como cuero cabelludo estimula la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico, lo que se traduce en una piel joven, tersa, hidratada y de mejor calidad.